Moscú: "A EE.UU. y sus aliados no les importa lo que digan los expertos de la OPAQ"
La semana pasada, Occidente acusó al gobierno del presidente sirio Bashar Al Assad de haber perpetrado el 7 de abril un ataque químico en la ciudad de Duma (Guta Oriental), tras aparecer reportes no confirmados sobre esa supuesta acción.El Consejo Ejecutivo de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) anunció que emprendería una investigación independiente el 14 de abril, pero el bombardeo a Siria por parte de EE.UU., Francia y el Reino Unido fue realizado antes de que la misión llegara al terreno. El presidente Donald Trump ordenó el ataque sin autorización del Congreso de su país ni la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU.
Hasta ahora no ha sido presentada ninguna prueba que confirme el
supuesto ataque químico. El embajador ruso en Naciones Unidas, Vasili
Nebenzia, destacó ante el Consejo de Seguridad de ese organismo
internacional que en los hospitales de Duma no hay pacientes con
síntomas de intoxicación ni hay pruebas de suelo que delaten el uso de
sarín o cloro.
Además, los servicios rusos de seguridad química y
radiológica viajaron al supuesto lugar del incidente, pero "no se
encontraron personas tratadas por intoxicación química", informó la
embajada de Moscú en Londres a través de un comunicado.
El 13 de
abril, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, afirmó que su
gobierno tiene "datos irrefutables" de que el presunto ataque químico
es "una nueva puesta en escena y en ella participaron los servicios
secretos de uno de los Estados que se desvive por estar en la vanguardia
de la campaña rusófoba".