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LA TRATA NEGRERA

LA PRIMERA EMPRESA TRANSNACIONAL  DE LOS SIGLOS XVI Y XIX MÁS LUCRATIVA Y PERVERSA DE LA HISTORIA 

I PARTE 

POR: LCDA MARLIN VILALOBOS

HISTORIADORA

marlynyeseniavillalobo@gmail.com

       La trata negrera es conocida como el comercio atlántico de esclavos, comercio trasatlántico o sencillamente  trata atlántica, la cual hace referencia al tráfico de esclavos que tuvo lugar a través del océano Atlántico entre los siglos XVI Y XIX.También es un término utilizado para designar el comercio “triangular” de hombres, mujeres y niños, pero ¿qué significa comercio triangular? El comercio triangular  fue  una ruta comercial que efectuaba sus operaciones internacionales  en el Océano Atlántico colaborando, de esta manera, a la globalización. Adopto este nombre porque sus rutas comprendían un triángulo ficticio entre África, Europa, y América. 

      Es a partir del siglo XV que se comienza a desarrollar en la extensa geografía del  Océano Atlántico la primera expresión  de lo que los economistas del siglo XX conceptualizarían como “empresa transnacional”. Un jugoso negocio consolidado  entre mercaderes  de Europa, África  y América. Este perverso  comercio de hombres, mujeres y niños  duraría cuatro siglos, durante los cuales se tráfico con la vida de al menos quince millones de seres humanos, arrancados de su tierra y privados de su libertad  para convertirlos en la base fundamental de un sistema económico de producción que sin ellos  hubiera sido imposible: el régimen esclavista. 

       Ahora bien, el descubrimiento de nuevas rutas ultramarinas y, consecuentemente, de nuevos productos  que engrosarían las arcas del mercantilismo europeo, origino dos nuevas necesidades: la de nuevos artículos de consumo y la de una mano de obra  adaptada para cultivar o extraer de manera intensa estos productos, que nacían y crecían bajo el inclemente clima tropical de las tierras americanas. Esta mano de obra supliría la del indígena, la cual por las deserciones y muertes que se producían, los amos de hatos y haciendas  sintieron con mayor fuerza la necesidad de importar esclavos negros.

           Asimismo, la  satisfacción de estas necesidades la proporciona África. De allí se originarían los hombres y mujeres que serían unas veces comprados y otras veces  cambiados por mercancías triviales, tales como, quincallería, telas, pólvora, armas, aguardiente. Una vez adquiridos eran trasladados al otro lado del Atlántico en las bodegas de los barcos “negreros”, como se llamó tanto los navíos que transportaban los esclavos como  a quienes traficaban esta mercancía humana, bautizada con el eufemismo  de “piezas de ébano”. La “exótica” mercancía era luego vendida en las costas de América, al más alto precio posible, casi siempre a través de letras de cambio o intercambiada por productos tropicales que regresaban a Europa   para ser vendidos en las grandes capitales como finas exquisiteces.

        De esta manera, en las costas de África estaba  de moda, cazar esclavos, los cuales  formarían parte  fundamental de la maquinaria de producción en las plantaciones de América. La publicación de carácter divulgativo de nuestro devenir histórico,  MEMORIAS de  Venezuela (2008) en su edición número 3 aboca en sus páginas esta historia terrible, y poco contada del tráfico de esclavos en América y Venezuela, lo expuesto en esta revista histórica, describe en cada párrafo la oprobiosa  y sangrienta transnacional  de los siglos XVI Y XIX. Mi objetivo es ir un poco más allá de un mero recuento histórico,  es conseguir  a través  de cada línea, de este hecho,  descifrar lo abstracto para así  sensibilizar en el corazón de cada lector y  de esta manera lograr que la generación de hoy y del mañana, valore cada  situación del pasado ya que gracias a esos acontecimientos, algunos más sangrientos que otros pero heroicos  con cada uno de sus personajes,  se obtuvo un gran e importante resultado: un pueblo rico y diverso  en lo que a mestizaje y cultura se refiere.

      Es así, como damos inicio a esa larga y cruel travesía  con la  llegada de los buques negreros a tierras africanas,  la cual era anunciada  con una salva de cañón en homenaje al  jefe local. Seguidamente una comisión  de oficiales era recibida por el “encargado del comercio de los blancos”. Posteriormente el capitán descendía, cargado de obsequios para el rey africano y es que una rústica barraca construida en la playa servía de oficina para el gran trueque de mercancías  entre europeos y africanos, pues era la antesala del comercio mayor: la trata de esclavos.

       La trata negrera sería una de las empresas más lucrativas y atroces de la historia. El comercio de seres humanos que se amparaba bajo la cruel idea de que el africano no era más que un objeto, una pieza de ébano. Encadenados por el cuello a un largo palo de madera siguen los esclavos al mercader africano o árabe, que lo   ha obtenido ya sea por medio de ataques o invasiones organizados para la captura o porque son prisioneros de guerra.  En época de hambruna pueden ser familias que se ofrecen enteras  a  cambio de alimento y vestido. 

       En este sentido, esta  larga odisea apenas comienza, desnudos y expuestos como objetos en venta pasaran la primera revisión por parte de los compradores europeos, que examinaran su boca, sus ojos; medirá su estatura  y la longitud de sus extremidades; les harán saltar, correr… “el bosque de ébano” debe someterse  a los rigores de un exhaustivo “control de calidad”. Cualquier falla, un diente que falte, una ulceración, un defecto en los ojos o algo que delate probabilidades  de menor rendimiento, se tomara  en cuenta para obtener un descuento  del vendedor local. En caso de enfermedades grabes o contagiosas las piezas serán desechadas.

       Una vez hecha la selección  suben al navío. Los hombres más fuertes  son encadenados de dos en dos por los tobillos en la parte delantera, los niños y las mujeres  van amontonados atrás. El recorrido  por las costas de África dura de tres a seis meses, el negrero va de rada en rada  reclutando esclavos. Es posiblemente la etapa más peligrosa, porque viendo cada vez más cercano el día de dejar su tierra, los prisioneros explotan en revueltas, intentos de suicidios o luchas entre tribus. Además, en tierra firme pueden ocurrir levantamientos  de paisanos que ataquen el barco para rescatar a los cautivos. Continuara…             


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