.jpg)
Déjame contarte que en un mundo donde la lógica y la razón parecen haberse tomado un descanso indefinido, una pregunta resuena en los rincones más profundos de nuestra sociedad:
¿Quién secuestró al Sentido Común?
Este ser, que una vez habitó entre nosotros, se ha esfumado sin dejar rastro, dejando un vacío que se siente en cada hogar, cada familia, cada comunidad. Su vacío hace que la convivencia sea insoportable, el respeto y la tolerancia escaparon sin avisar, dando paso a la disfuncionalidad, a la violencia y a la falta de unidad.
La Desaparición
El Sentido Común era aquel invitado que no necesitaba invitación, presente en las escuelas y universidades, guiando a los jóvenes en su aprendizaje, fortaleciendo la vocación y la esperanza en un futuro mejor. En las instituciones públicas y privadas, era el mediador que aseguraba la equidad y la justicia para mantener lejos toda práctica burocrática y todo acto de corrupción.
En el comercio, mantenía el equilibrio entre la ganancia y la ética, echando fuera toda usura. Su presencia en clínicas y hospitales era tan vital como el aire que respiramos para que la prioridad fuese siempre la salud, el buen trato, el derecho a la vida del paciente para que no fuese visto como un cliente; en los organismos de seguridad, era la brújula moral que dirigía cada acción para garantizar la paz.
Las mujeres embarazadas, las personas de la tercera edad, la gente con alguna discapacidad sufre su ausencia en cada transporte público, ya nadie cede el puesto desde que el sentido común no está. Ni hablar de la prudencia al manejar, que va cobrando vidas a alta velocidad.
Su Ausencia
Desde su desaparición, reina la anarquía, los valores y la decencia parecen haberse perdido en un mar de relativismo. Las normas de cortesía, los actos de ética, moral y buenas costumbres se han disipado como niebla ante el sol. La sociedad se tambalea en un caos de indiferencia y egoísmo, donde el 'yo' prevalece sobre el 'nosotros' y la injusticia hace de las suyas para dominar y doblegar imponiendo miedo silenciando el derecho a pensar, hacer y opinar.
La Búsqueda
¿Quién es responsable de su desaparición? Todos y ninguno. Somos responsables en la medida en que permitimos que su ausencia se prolongue. ¿Qué debemos hacer para que aparezca? Buscarlo en la lógica de nuestras acciones diarias, en cada decisión, en cada palabra y en cada silencio. El Sentido Común se cultiva con la práctica y se fortalece con la voluntad.
¡Lo Necesitamos!
Necesitamos del Sentido Común porque es el pegamento social que mantiene unidas nuestras interacciones como seres sociales. Es el filtro que purifica nuestras intenciones y el faro que ilumina el camino hacia el bien común.
La Biblia nos enseña que "la sabiduría es lo principal; adquiere sabiduría. Y con todas tus posesiones, adquiere entendimiento" (Proverbios 4:7). El Sentido Común es esa sabiduría aplicada a la vida cotidiana, ese entendimiento que nos lleva a vivir en armonía con nosotros mismos y con los demás.
Que la búsqueda del Sentido Común sea una misión colectiva, un compromiso de todos, para que su luz vuelva a brillar en cada rincón de nuestra existencia. ¡Ojalá que aparezca!