El Poder del Carisma y la Ética en la Prevención
Por: Deisy Viana
La prevención no solo se trata de reglas, normas o políticas públicas. Es, sobre todo, una cuestión de humanidad. ¿Qué tiene que ver el carisma y la ética con prevenir el desvío de niños y adolescentes en la construcción de su proyecto de vida? Mucho más de lo que imaginamos.
El carisma es el puente hacia la confianza. Es lo que nos permite conectar con los jóvenes en riesgo, hacerles sentir escuchados y valorados. Sin esa conexión genuina, cualquier esfuerzo preventivo pierde impacto. La ética, por otro lado, es el faro que guía las acciones, el compromiso con la verdad, el respeto y la coherencia que transmitimos a quienes buscan un modelo a seguir. Si un niño o adolescente encuentra en nosotros una imagen de integridad, será más probable que replique esos valores, nos transformaremos en sus guías o ejemplos a seguir, como siempre digo en mis conferencias: "nos están viendo"
Son ocho años de trabajo en el Servicio Nacional Para el Desarme, aquí he conocido realidades silenciadas, enfrentado historias de abandono, de carencias económicas y afectivas que han marcado a los más jóvenes, impulsándolos hacia caminos de riesgos. He visto rostros endurecidos por la adversidad y miradas que piden respuestas ante las peores injusticias. Pero también descubrí que, con la dosis correcta de cercanía y principios sólidos, es posible tender una mano, sembrar esperanzas y cambiar una vida y eso es lo que hace la familia SENADES día tras día, sin excusas.
Son muchos los casos de jóvenes atrapados en el conflicto de su entorno. Al principio desconfían, negándose a escuchar cualquier alternativa distinta a la que le ofrecen la rebeldía y las calles. Pero poco a poco, con conversaciones sinceras, con un trato basado en respeto y empatía, puede plantearse la posibilidad de un futuro diferente. Lo que realmente les da el impulso no son los discursos institucionales, sino el descubrimiento de que existen personas que creen en ellos y los pueden tratar con dignidad, esa es la clave de nuestro éxito.
Esa es la esencia de la prevención: inspirar confianza, modelar valores, demostrar con hechos que hay otros caminos posibles. No se trata solo de cumplir órdenes de un organismo, o medidas estructurales, sino de la capacidad de transformar percepciones y sembrar esperanzas en quienes han sido privados de ellas para mostrarles la posibilidad de un mundo mejor.
"Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos." Así está escrito en el libro de Mateo 5:16, ¡hermosa palabra! Porque al final, prevenir no es solo evitar el peligro, sino iluminar senderos para que cada niño y joven descubra que su vida tiene propósito y valor.
Déjame contarte que van 8 años, se dice fácil, pero ha sido una misión de vida llena de retos, desafíos, obstáculos, pruebas y decepciones, pero orientada en servir siempre con carisma y ética a centenares de personas creyendo que la prevención es posible, como esa luz que solo ilumina a través de buenas obras que silenciosas me permiten decir cada día ¡Gracias Dios por acompañarme hasta aquí! y gracias a quienes suman para que podamos lograrlo.