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¿Por qué me Siento Así?

Por: Deisy Viana


Esta semana, dos encuentros me dejaron una lección que aún retumba en mi mente. Dos mujeres, dos realidades opuestas, y una misma pregunta que las une: ¿por qué me siento así?

La mujer que lo tiene todo, pero no lo siente  

Tiene 32 años, una carrera profesional sólida, un nuevo cargo con mejores oportunidades, un esposo que la ama con hechos, dos hijos, una casa hermosa y un vehículo propio. Desde afuera, su vida parece perfecta. Pero por dentro, se siente vacía. Me confesó que la vida no le hace sentido, que siente que no ha logrado nada. Su médico confirmó lo que ella ya intuía: está deprimida. Su cuerpo comenzó a manifestar el peso de una tristeza profunda que no se ve, pero que duele y ella se esfuerza en disimular. 


En la cima de un cerro, en un rancho de zinc, vive otra mujer.  Sola con sus dos hijos, abandonada por el padre de los niños, sin ingresos ni seguridad. Su situación es crítica. Y sin embargo, su fe permanece intacta. Cree que pronto recibirá ayuda, que saldrá adelante y con una amplia sonrisa va llevando sus cargas como si su esperanza fuera  más fuerte que su pobreza.

La depresión no entiende de lógica,  éstas historias me recordaron que la depresión no respeta condiciones sociales, logros ni estabilidad. Puede habitar tanto en una casa de lujo como en una vivienda precaria. No siempre responde a lo que vemos desde fuera. A veces, es el resultado de una lucha interna silenciosa, de expectativas no cumplidas, de heridas invisibles.

 Pero ¿Cómo saber si es depresión?

Estos son los síntomas más recurrentes:

- Tristeza persistente, sin causa aparente  

- Sensación de vacío o desesperanza  

- Cambios en el apetito o el sueño  

- Fatiga constante o falta de energía  

- Sentimientos de inutilidad o culpa  

- Dificultad para concentrarse  

- Pensamientos sobre la muerte o el suicidio

¿Qué hacer si estás atravesando una depresión?

- Busca ayuda profesional: Psicólogos y psiquiatras pueden ayudarte a entender y sanar.  

- Habla con alguien: No enfrentes esto en silencio. Compartir lo que sientes es un paso vital.  

- Evita juzgarte: La depresión no es debilidad, es una enfermedad que merece atención.  

- Cuida tu cuerpo: Dormir bien, alimentarte y moverte puede ayudarte a mejorar tu estado emocional.  

- Conéctate con tu fe: La espiritualidad puede ser un refugio poderoso en tiempos de oscuridad.

Recuerda que  “El Señor está cerca de los quebrantados de corazón; y salva a los abatidos de espíritu.”  Salmos 34:18 Aunque sientas que caminas por valles de sombra de muerte, o percibas que tu sensación de tristeza es muy grande Dios nunca te dejará  y siempre te dará la oportunidad de salir de ese abismo llamado depresión.

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