Medvédev le recordó a Trump: El pueblo soviético «entregó 27 millones de vidas de sus hijos e hijas en nombre de la destrucción del maldito fascismo».
Moscú advierte que no es la primera vez que EEUU miente e intenta cambiar la historia del resultado de aquella confrontación
El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dimitri Medvedev, calificó como una “tontería patética” el constante discurso emanado de la Casa Blanca para intentar cambiar la historia e imponer la teoría de que EEUU fue el que ganó, por sí solo, la Segunda Guerra Mundial.
«Que Trump recuerde o pregunte quién tomó Berlín. Quién aplastó al enemigo durante más de cuatro años. Quién liberó a la ingrata Europa”, dijo el expresidente ruso.
La alusión recobra importancia luego de las recientes declaraciones de Donald Trump, en el marco del polémico cambio de nombre del Departamento de Defensa por Departamento de Guerra, algo que todavía no queda claro si es legal sin la aprobación del Congreso.
En esas declaraciones, el magnate neoyorquino dijo que “antes se llamaba Departamento de Guerra y tenía un sonido más fuerte. Y como saben, ganamos la Primera Guerra Mundial, ganamos la Segunda Guerra Mundial. Lo ganamos todo. Ahora tenemos un Departamento de Defensa con defensores”.
Desde Rusia, le recuerdan a Trump y al pueblo estadounidense en general, que no conocen su propia historia, y le invitan a revisar sus fracasos luego de la Segunda Guerra Mundial en Vietnam, Irak o Afganistán, países que han invadido y de los que han salido sin victoria y dejando solo una estela de destrucción y pobreza.
Medvédev destacó que el pueblo soviético «entregó 27 millones de vidas de sus hijos e hijas en nombre de la destrucción del maldito fascismo». «Por eso, ¡el Día de la Victoria es nuestro y es el 9 de mayo! Así fue, así es, ¡así será siempre!», concluyó.
El cambio de nombre llega justo unos días después de que China mostrará un arsenal militar muy superior al estadounidense en su desfile de conmemoración de los 80 años de la victoria contra la ocupación japonesa y la guerra antifascista.
En la celebración, no sólo se vio el enorme poderío del ejército y la marina más grande del mundo, sino la alianza fraternal entre potencias nucleares como China, Rusia y Corea del Norte, algo que estremeció a la Casa Blanca.