Enfocate y déjame contarte el secreto
Por: Deisy Viana
Hay sueños que no se sueñan dormidos, sino despiertos. Sueños que no se heredan, ni se improvisan, sino que se gestan en el silencio de las noches largas, en los días grises, en los “no puedes” que otros repiten con la seguridad de quien nunca lo intentó. Así nació El Secreto del Sándalo, mi primer libro, que hoy se prepara para ver la luz en la FILUC 2025 . Pero más allá de sus páginas, hay una historia que quiero contar: la del enfoque como motor de los sueños.
Porque soñar es fácil. Todos lo hacemos. Pero enfocar el pensamiento, dirigirlo como un rayo láser hacia una meta, sostenerlo cuando todo alrededor parece desmoronarse, eso es otra cosa. Eso es una decisión. Y esa decisión cambia destinos.
Recuerdo cuando aún no había escrito una sola línea del libro, pero ya editaba portadas con su nombre. No era un juego de niños, era un acto de fe. Donde otros veían una ilusión, yo veía una certeza. Porque cuando enfocas tu mirada en algo, el universo entero empieza a hablarte en ese idioma. Ves señales en los lugares más insospechados: una frase en una canción, una conversación casual, una imagen en la calle. Todo empieza a girar en torno a esa visión que tú decidiste abrazar.
Pero el enfoque no es solo mirar fijo. Es resistir. Es tener la actitud de quien no se rinde ante la crítica, de quien no se deja intoxicar por las voces que repiten “eso no es para ti”, “ya es tarde”, “no tienes lo que se necesita”. Esas voces no son tuyas. Son ecos de miedos ajenos. Y si les das poder, te roban el tuyo.
Las dificultades no son el final del camino, son parte del mapa. A veces, son el empujón que necesitábamos para descubrir una ruta que no habríamos considerado. Otras veces, son el filtro que separa a los que solo desean de los que realmente están dispuestos a construir. Porque transformar el dolor en propósito no es un acto mágico, es una elección diaria. Es mirar la herida y preguntarse: ¿qué puedo hacer con esto que me duela menos y le sirva más a otros?
El Secreto del Sándalo no es solo un libro. Es la prueba de que cuando el pensamiento se alinea con el propósito, los sueños dejan de ser humo y se convierten en ladrillos. Es un recordatorio de que todo comienza en la mente, pero se materializa con actitud, enfoque y fe.
Y si alguna vez dudas, recuerda esta promesa:
“Esfuérzate y sé valiente. No temas ni desmayes, porque el Señor tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.”
— Josué 1:9
Hoy te invito a mirar de nuevo ese sueño que guardaste en el cajón. A preguntarte no si es posible, sino si estás dispuesto a enfocarte lo suficiente como para hacerlo inevitable. Porque cuando decides ver algo, lo verás… incluso antes de que exista. Como yo, que vi la portada de mi libro mucho antes de escribirlo.
Si no sabes cuál es tu enfoque, entonces descubre cuál es "El Secreto del Sándalo"