POR: FELIPE HERNÁNDEZ
G.
Doña Dominga Ortiz de Páez (1792-1875) oriunda de Canaguá, estado Barinas, quedó huérfana muy joven, heredó de sus padres un hato importante y a los 17 años se casó con José Antonio Páez, que en esa época trabajaba como peón en el hato La Calzada de don Manuel Antonio Pulido, un rico ganadero barinés, futuro prócer de la Independencia. Al año de matrimonio, Páez se alista en el ejército patriota donde gana el renombre que todos conocemos.
Doña Dominga, mujer rica y con cierta
educación, dueña de tierras y ganado de los que se había ocupado desde siempre,
consciente de sus deberes de esposa, en las campañas, no vaciló en
acompañar y compartir con su marido los riesgos y rigores propios de los campamentos
instalados provisionalmente en una mata de sabana o a cielo abierto en la
llanura para descansar y pasar la noche... “Dominga siempre lo seguía acompañada de un
grupo de troperas... encargadas de la logística y atención de los soldados
heridos y enfermos” E. Fuguet Borregales (2009).
El panorama político y militar a comienzos 1816
no podía ser más desalentador para el ansia de independencia de los pueblos
venezolanos. En España, el rey Fernando VII había restablecido la monarquía
absoluta. Asimismo, lejos de aceptar las explicaciones de los americanos, tomó
la determinación de someter a sus dominios de ultramar por la fuerza de las
armas. En Venezuela, el general español Pablo Morillo desató una guerra feroz.
Por su parte, José Antonio Páez al mando de sus
huestes llaneras realizó importantísimas operaciones militares para liberar la
región central del país. Entre los años 1816-1818 se convierte en el “Centauro
de los Llanos”, su autoridad y fama crecen a la par de sus triunfos en el campo
de batalla. En febrero de 1816 en Apure destruye varias columnas de las fuerzas
realistas en los combates de Mata de Miel (16/02/1816) y Mantecal (15/06/1816).
Páez se crece como caudillo de los llaneros. El 16 de septiembre de ese año, la tropa y los oficiales de
la guarnición de Guasdualito lo nombran Jefe del Ejército en los Llanos.
Posteriormente vence al enemigo en Paso del Frío, el Yagual, San Antonio, Banco
Largo, San Fernando de Apure, Mucuritas, Guayabal, y La Cruz.
La estructura económica social caracterizada
por un sistema social de clases y de castas que la clase mantuana dominante se
empeñaba en prolongar e institucionalizar... ello fue determinante para que en
los llanos estallaran rebeliones de peones libres que no creían en el mando
político de los que hasta entonces habían sido sus señores, lo que determinó que
en Valle de la Pascua entre 1810 y 1821 al igual que en otros lugares del
territorio del Guárico y de Venezuela se suscitaran hechos de gran
trascendencia, especialmente a partir del terrible año catorce, cuando acontecieron una serie de hechos lamentables,
entre los que merece señalarse:
La batalla de Valle de la Pascua (25/05/1814),
la llegada al poblado del Dr. Miguel Peña disfrazado de orate en procura de
protección del Gral. Pedro Zaraza (1814), el asesinato cerca de sitio de Las
Campechanas del padre Pedro Ruiz en manos del bandido Centeno o Beomont en
1814, aunado a que ese año la pequeña comunidad sufrió las consecuencias de un
terremoto que destruyó la casi totalidad de la pequeña aldea, a lo que se suma,
que el 31 de enero de 1815 José Félix Ribas fue apresado en el sitio “Las dos
palmas” cerca de Valle de la Pascua.
Como puede apreciarse, en los sucesos narrados se detecta un
hilo de continuidad histórica entre las rebeliones o insurrecciones que entre
1814 y 1816 ocurren en las poblaciones del interior del territorio, aunado a
los desastres naturales.
En marzo de 1816, el pueblo nuevamente fue escenario de la guerra que se
libraba en todo el territorio, y los patriotas Pedro Zaraza, Julián Infante y
Basilio Belisario ganaron nuevamente la batalla a las fuerzas realistas, sin
embargo, la iglesia y el poblado fueron quemados hasta sus cimientos. Al
respecto escribió el sacerdote realista Félix Yépez, al arzobispo Narciso Coll
y Prat lo siguiente:
Luego que nuestro ejército salió de este pueblo
de Chaguaramas, en persecución de los insurgentes, y se apostó en Jácome,
territorio de Valle de la Pascua, no quise perder la oportunidad que se me
presentaba para pasar por este último. Con efecto me transferí a él, pero no
encontré más que los vestigios del antiguo pueblo, que había sido incendiado y
reducido a pavesas, en uno de los combates horrorosos de que fue teatro. Su
antigua iglesia [construida por el padre Francisco Roque Díaz
en 1790] había sido destruida
del todo por el gran terremoto. Y una ermita de bahareque y cubierta de paja
construida posteriormente se halla en el estado más deplorable amenazando su
total ruina. Los pocos habitantes que han sobrevivido por el furor de la guerra
se hallaban dispersos y sepultados en las montañas o en los retiros, huyendo de
las terribles convulsiones que todavía agitan estos parajes. En el pueblo casi
nadie habita, en una u otra chocita que ha quedado, (Archivo Episcopal, 1816).
Esa es, grosso modo, la panorámica de Valle de
la Pascua en 1816, un villorrio arrasado al que llegó doña Dominga Ortiz con
sus troperas a organizar un grupo de mujeres para que actuaran como enfermeras
para atender a los heridos, lisiados y enfermos aquejados de las secuelas de la
guerra y de los desastres naturales (Violeta Rojo, 2008).
En ese orden, señala el historiador Virgilio
Tosta (1974), doña Dominga, consciente de sus
deberes de mujer casada, no vaciló para compartir con el marido los riesgos del
vivac y los horrores de la guerra. Fue leal compañera del caudillo en algunas
de sus campañas, y prestó a la causa republicana tan abnegados servicios que,
en forma justiciera, ha sido considerada como la
primera enfermera del ejército patriota (Luis B.
Guerrero, 1973, citado por V. Tosta)... "La primera enfermera efectiva
de la naciente República de Venezuela, va a organizar en 1816, en Valle de La Pascua, un grupo de
samaritanas para atender a los heridos de las huestes llaneras que luchaban por
la emancipación" (Antonio Reyes, "Dominga Ortiz y Barbarita Nieves", El Universal. Caracas, 19 de
febrero de 1973, citado por V. Tosta).
El cronista
Henry Nadales (2006), en sus escritos expone que “por amor a la causa de la Independencia y a su marido, participó Dominga
en algunas campañas por la liberación de Venezuela del yugo español, y prestó
servicios a la causa revolucionaria. En 1816 organizó a un grupo de mujeres en
Valle de la Pascua para atender y curar a los heridos del ejército de llaneros
que luchaban por la emancipación... Dominga fue una mujer modesta y
profundamente bondadosa”... Sobre la bondad y el compromiso con la causa
patriota de doña Dominga Ortiz, F. González Guinán (1954) señala:
“Es que Doña Dominga era en el
ejército republicano un
consuelo para todos los que sufrían heridas o enfermedades. En la epidemia de
fiebre que en el año 1817 diezmó al ejército patriota, fue una verdadera hermana
de la caridad, asistiéndolos a todos, especialmente a su esposo, con asiduidad
y afecto dignos de los mayores encomios". Y así fue siempre... una
bendición para la muchedumbre que emigraba de los pueblos por el horror a la
guerra que producía el acoso de los realistas. El propio Libertador Simón
Bolívar, cuando llegó a Apure en 1818, hizo públicas y oficiales
manifestaciones de gratitud a esta dama sin igual.
Doña Dominga Ortiz murió en Caracas el 31 de diciembre de 1875. Pero
vive como heroína en el recuerdo de las generaciones. Imborrable es su ejemplo
de mujer extraordinaria que en el momento más aciago vino a Valle de la Pascua
a formar samaritanas que dieran aliento y consuelo a los sobrevivientes de las
epidemias y la guerra que sobrevivían en los vestigios de aquel pueblo
arrasado... Con doña
Dominga Ortiz los vallepascuenses tienen una eterna deuda de gratitud.
REFERENCIAS
ARCHIVO ARZOBISPAL. Episcopales. Carpeta de Coll y
Prat. Caracas. Año 1816.
BRITO FIGUEROA, Federico (1987): Historia Económica y Social de
Venezuela. Caracas. Universidad Central de Venezuela. Ediciones de la
Biblioteca. Colección Historia. Tomo IV, pp. 1227, 1228 y 1287.
FUGUET BORREGALES, Eumenes. (2009): Doña Dominga Ortiz, esposa del Gral. Páez. Historia y Tradición.
Valencia: Diario El Carabobeño, 20 de noviembre de 2009.
GONZÁLEZ GUINAN,
Francisco. (1954): "Historia
Contemporánea de Venezuela". Caracas: Ediciones de la Presidencia de
la República. Tomo V.
HERNÁNDEZ G. Felipe. (2016): La batalla de Valle de la Pascua.
Valle de la Pascua: Diario Jornada, 23 de mayo de 2016. p. 04.
NADALES, Henry. (2006): Dominga Ortiz de Páez. Crónicas de Pedraza.
26 de diciembre de 2006. En: http://cronicasdepedraza. blogspot.com/2009/01/dominga- ortiz-de-paez.html
NAVARRO GARCÍA, Luis. (1988): José Antonio Páez caudillo de
Venezuela. Madrid: Ediciones Anaya. Biblioteca Iberoamericana N° 94. pp.
33-42.
ROJO, Violeta. (2008): “Mujeres antes, durante y después
de la Guerra de Independencia: El caso de Dominga Ortiz y Josefa Camejo”.
Caracas: Universidad Simón Bolívar. Trocadero (20) 2008. pp. 155-160.
TOSTA, Virgilio. (1974): La heroína Dominga
Ortiz. Caracas:
Colección Temas Barineses. pp. 2, 6 y 19.
USLAR PIETRI, Juan. (1962): Historia de la Rebelión Popular de
1814. Madrid: Editorial Edime. pp. 7, 8 y 9.
Testimonios:
Dr. Franklin Santaella Isaac. Chaguaramas, 05 de
octubre de 2018.
Prof. Henry Nadales. Cronista del municipio
Pedraza, estado Barinas, 13 de julio de 2013.
Valle de la Pascua, miércoles 31 de octubre de 2018
* UNESR // Cronista Oficial del
Municipio Leonardo Infante //