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Encuentro entre tradición y deporte: Santa María de Tiznados

Por: Oscar Humberto González Ortiz


El equipo de Funicitec2.25, en plena acción social, fue cordialmente invitado a un evento comunitario en Santa María de Tiznado. ¿Has tenido la oportunidad de conocer esta hermosa comunidad? ¿Sabes dónde está ubicada? En medio de la emoción y el entusiasmo por esta nueva oportunidad de colaborar, preparamos al equipo para emprender el viaje hacia Santa María de Tiznado. 

A simple vista, podría parecer sencillo decir “vamos a Santa María de Tiznado para llevar a cabo una acción social”. Sin embargo, la realidad es que esta actividad requiere planificación y organización. Gracias al apoyo incondicional de Carolina Thomas, Pedro Delgado y Carlos Martínez, logramos recopilar medicinas para el Consultorio Popular; además, recibimos balones de fútbol por parte de Joel Domínguez, dispositivos auditivos gracias a Javier Méndez y Magdalena Volcán, así como los cuadernos que Dorian castillo proporcionó. 

Una vez que contamos con todos estos materiales, el siguiente paso fue almacenarlos cuidadosamente hasta el día de la actividad. Luego llegó el momento de cargarlos en el vehículo y trasladarlos hasta Santa María de Tiznado. No obstante, justo cuando pensábamos que todo estaba listo, surgió la necesidad de asegurarnos de contar con el combustible suficiente para cubrir tanto el trayecto de ida como el de regreso. 


Emprendiendo camino

En este emocionante recorrido, Andy la Voz y Dorian Castillo acompañaron lo que prometía ser un viaje lleno de camaradería, a pesar de mis constantes quejas durante el trayecto; así, múltiples veces pregunté al conductor cuánto faltaba para llegar, la carretera parecía interminable. Sin embargo, tras enfrentar condiciones climáticas desafiantes, incluyendo lluvia intermitente, finalmente llegamos justo cuando la lluvia cesaba. 

Experimentar la hospitalidad de Santa María de Tiznado, fue una experiencia única,  llena de emoción. La invitación a esta comunidad fue un gesto generoso que permitió sentir la calidez de su gente, descubriendo la belleza natural que los rodea. A pesar de los desafíos del viaje, llegar al lugar donde éramos esperados con entusiasmo hizo que todo valiera la pena. La travesía fortaleció nuevas amistades, recordándonos la importancia de estar abiertos a nuevas experiencias. El recorrido hasta Santa María de Tiznado enseñó que cada viaje, por más desafiante que sea, puede brindarnos lecciones de vida, como momentos inolvidables. 

Inicialmente mi actitud hacia el viaje crecía durante los minutos, el destino demostró que cada experiencia, pese a lo difícil que parezca en un principio, puede convertirse en una fuente de crecimiento personal. La gratitud por haber aceptado la invitación se convirtió en el motor que impulsó nuestra disposición para disfrutar al máximo cada instante en este hermoso lugar. A pesar de los contratiempos del viaje, la recompensa de llegar y ser recibidos con tanto cariño superó todas las dificultades del trayecto. 

En la comunidad, fuimos recibidos con entusiasmo e invitados a recorrer las pintorescas calles y apreciar las realidades cotidianas de este lugar tan especial. Observamos la gran cantidad de niños presentes; por ello, expresé mi preocupación por quedarnos cortos con el material para la acción social. La comunidad orientó la visita al Consultorio Popular y a la escuela local, donde tuvimos la oportunidad de conocer a diversos líderes sociales, como miembros de la comunidad, quienes compartieron con nosotros una extensa lista de necesidades. Mientras estábamos fuera del establecimiento médico, intentamos entregar los dispositivos auditivos que habíamos traído; sin embargo, la situación nos llevó a ingresar al interior del centro asistencial. Una vez adentro, entregamos dos dispositivos auditivos, medicamentos reunidos previamente, balones de fútbol y los cuadernos que Dorian había traído consigo. 

La fila de niños en espera parecía interminable mientras distribuíamos el material. Los cuadernos se entregaron de forma individual, asegurándonos de que cada niño recibiera un ejemplar. A pesar del esfuerzo, quedamos conscientes de que la necesidad superaba nuestra capacidad real para brindar ayuda. Este encuentro mostró que aún hay mucho por hacer para apoyar a esta comunidad. 

Aunque la acción social parecía limitada, las  emociones generadas a la comunidad y a  nosotros mismos fueron profundas. Este recorrido motivó la  búsqueda  de formas para contribuir al bienestar de la comunidad, y nos deja un profundo deseo de regresar con más recursos.

La comunidad, con entusiasmo invitaba a recorrer sus calles mostrándonos sus realidades. Quedamos impactados por la gran cantidad de niños, lo cual evidenciaba la importancia del trabajo social. Recuerdo que la doctora  a cargo del Consultorio Popular, hizo ver la necesidad de medicamentos para niños, como tratamientos para la tensión arterial y otras dolencias comunes, fiebre, tos y desparasitantes.

Durante los recorridos, fuimos abrazados por el cálido afecto de cada persona que encontramos, todos expresaban sus necesidades con sinceridad, destacando entre las muy referidas cirugías oculares debido a problemas de cataratas, como el deseo de recibir más visitas y apoyo continuo. Posteriormente, en la caminata, llegamos a la casa del abuelo de una reconocida deportista de fútbol, donde entregamos un dispositivo auditivo al abuelo, con gran emoción por parte de todos. 

Al salir de la casa, otra multitud de niños ansiosos estaban esperándonos, a pesar de comunicarles que ya no teníamos materiales para entregarles; nos invitaron a tomarnos fotografías juntos. 

Hasta pronto

El equipo de Funicitec se siente profundamente agradecido por compartir este día inolvidable. Tras recorrer aquellas calles absorbiendo su esencia, llegado el momento de emprender el viaje de regreso, mientras nos preparábamos para partir, hallamos un grupo de aproximadamente doce docentes que se dirigían a Calabozo. Les informé que el vehículo no tenía capacidad para llevarlos a todos, pero ellos respondieron con amabilidad que podrían acomodarse; así que con gran determinación, todos lograron encontrar espacio en la camioneta, por  lo que emprendimos el retorno. 

Durante el trayecto, en varios puntos de Calabozo, los docentes fueron descendiendo del vehículo expresando su profunda gratitud por el apoyo. Sin embargo, surgió una nueva situación inesperada: necesitábamos combustible para regresar a nuestro destino. La manera en que logramos resolver esta situación será compartida en otra ocasión, siendo una historia motivadora que espero poder contarles pronto. 

Aprovecho esta oportunidad para invitar a todas las personas a visitar esta hermosa comunidad llanera, donde la generosidad y el espíritu colaborativo son parte fundamental de su identidad. A pesar de los desafíos encontrados en el camino, cada esfuerzo valió la pena al presenciar y vivir las emociones y las sonrisas radiantes de los niños de la comunidad.

Expresamos nuestro agradecimiento a las personas que extendieron la invitación para visitar la comunidad de Santa María de Tiznado. Igualmente agradecemos a todos aquellos que, a través de sus acciones solidarias, contribuyeron de manera significativa para hacer posible el desarrollo de esta actividad. El compromiso demostrado por las personas involucradas en la organización de esta iniciativa solidaria es invaluable, desde las personas que facilitaron la logística, hasta aquellas que donaron tiempo, recursos y habilidades para el beneficio de la comunidad. Todos merecen un profundo reconocimiento y gratitud. 

Es gracias al espíritu colaborativo y empatía demostrados por cada uno de ellos que pudimos llevar a cabo una labor tan necesaria y beneficiosa. Extender nuestro agradecimiento a todos los involucrados es una forma de reconocer y exaltar el valor de la colaboración.


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