Pasó el Tren y solo Abordaron los Miedosos
Por: Deisy Viana
Hay quienes parecen vivir dormidos con los ojos abiertos. Tienen casa, salud, familia, talentos y sueños… sin embargo se sienten vacíos, carentes de propósito, víctimas de todo y de todos. Les llueve una y otra vez la gracia de las oportunidades, pero en lugar de abrir el paraguas del valor, se esconden tras excusas, decisiones precipitadas o compañías tóxicas que los empujan aún más lejos de sí mismos, son los verdugos de los sueños ajenos, o lo que es peor, creen que todo lo que aspiran les caerá del cielo. ¿En el fondo será arrogancia o procrastinación?
Me los he cruzado muchas veces. Personas que lo tenían “todo” para lograr sus metas y sin embargo eligieron no hacer nada. Postergaron la acción por miedo, por comodidad o por esa extraña ilusión de que el tiempo siempre espera porque todo llega solo. Se rodearon de quienes les aplaudían sus excusas en vez de impulsarlos a dar un salto. Cambiaron propósito por rutina, sueños por quejas o por un "eso está listo" Y cuando las oportunidades se les fueron de las manos, cuando ya no hubo tren al cual subir, culparon al mundo, al gobierno, a sus padres o a la mala suerte.
Pero hay otro grupo. Los menos ruidosos. Los que sienten miedo, pero se lanzan. Gente que, sin garantía alguna, deja atrás un lugar “seguro” porque saben que lo cómodo no siempre construye el futuro deseado. Gente que se abre camino en lugares desconocidos, que inicia un curso sin saber si tendrá cómo pagarlo, que emprende un proyecto sabiendo que puede fracasar… pero con una fe que quiebra la lógica. Son esos a los que el mundo les llama "locos".
Hoy, en medio de un mundo convulsivo, escaso de certezas y rebosante de dificultades, esa segunda forma de vivir es un acto de rebeldía luminosa. Ellos no esperan a que todo esté alineado para empezar: actúan con lo que tienen y desde donde están. Se equivocan, sí, pero aprenden. Caen, pero se levantan sin resentimientos. Escuchan sugerencias pero miden bien de quiénes provienen. Mientras otros buscan culpables, ellos buscan caminos.
¿Y sabes qué es lo más transformador? Que esa conducta tiene beneficios tangibles. El que se arriesga, gana experiencia, expande su visión del mundo, conoce personas claves, se fortalece emocionalmente y, sobre todo, desarrolla la capacidad de crear oportunidades allí donde otros solo ven los muros de las dificultades.
El problema nunca son los retos; es la actitud con la que los enfrentamos. Puedes quedarte lamentando lo que no hiciste, buscar culpables o puedes empezar aunque sea con miedo a construir una mejor versión de ti mismo sin importar que te llamen "loco"
Termino con una verdad que lo resume todo:
“El alma del perezoso desea, y nada alcanza; mas el alma de los diligentes será prosperada.”
—Proverbios 13:4
Hoy puede ser el día que cambie tu historia. Pero solo si decides moverte, no importa si sientes miedo; se aproxima el tren, no dudes en subirte y libérarte de esa gente tóxica que te rodea.