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Finalizar esta serie, en absoluto significa que se haya agotado el tema de las recomendaciones sobre aspectos que debe rectificar un gobierno que se dice revolucionario y que debería guiar su accionar con base a nuestro Proyecto de país (CRBV) aprobado el 15 de diciembre de 1999. Proyecto de país que desde el PREÁMBULO establece como uno de sus grandes objetivos “REFUNDAR LA REPÚBLICA PARA CREAR UNA SOCIEDAD DEMOCRÁTICA, PARTICIPATIVA Y PROTAGÓNICA…” Sólo consideramos que se han presentado suficientes casos que muestran errores cometidos que deberían ser suficiente evidencia como para no seguir tropezando con las mismas piedras. Hoy será la agricultura el objeto de nuestro análisis. No manejamos cifras confiables en relación a los montos invertidos, pero tenemos conocimiento sobre muchos proyectos técnicamente viables que se intentaron implementar en estos 20 años (1999 – 2019). También conocemos de algunas decisiones tomadas en el sector agrícola, cuyos resultados finales no son nada alentadores. 

Aunque algunos creen que hurgar en el pasado no sirve para nada, sino para la nostalgia, consideramos que debería ser útil para revisar y rectificar como desde enero del 2008 hasta el 20 de octubre del 2012 no los pidió el Comandante Chávez desde el fondo de su ser revolucionario y amante de su Patria. En el 2008, después de la derrota en el Referendum para la Reforma. En octubre de 2012, después de su último triunfo electoral en aquel gabinete ministerial conocido como golpe de timón, cuando reclamó EFICIENCIA O NADA, COMUNA O NADA, CONVENCER Y NO IMPONER. En medio de las precitadas fechas, no olvidar la revisión profunda que en enero del 2011 en la Guaira, Chávez pidió emprender cual cruzada política por todo el país a través de la discusión e internalización de las Líneas Estratégicas de Acción Política, desde la instancia nacional hasta la parroquial del PSUV. 

Comencemos por la tierra. Nos ufanamos de haber repartido millones de hectáreas a los campesinos; sin embargo, eso no fue suficiente para cambiar la situación socioeconómica de la mayoría de los beneficiarios, ni se incrementó la cantidad de alimentos producidos como para cubrir los requerimientos de nuestra población y avanzar significativamente hacia la tan ansiada soberanía alimentaria. Los resultados no son halagüeños porque NO SÓLO DE TIERRA VIVEN LOS CAMPESINOS. Para éstos trabajar la tierra con eficiencia, entre otras cosas les hace falta: 

1. Acompañamiento técnico y socio político, equipo humano que además de aumentar el conocimiento del productor y por ende la conciencia, lo apoyaría en la ejecución de un proyecto viable, técnica y financieramente hablando; así como proporcionar el seguimiento que debe tener todo proyecto concebido e implementado responsablemente. 

2. La regularización de la tenencia, porque es muy frecuente que se le entregue a los campesinos como constancia de la adjudicación de la tierra un instrumento temporal, que por lo general no es aceptado por la banca para hacerlo elegible como sujeto de financiamiento. En algunos casos las tierras adjudicadas están en conflicto y las consecuencias para algunos campesinos suelen ser fatales. 

3. Créditos e insumos insuficientes, retardados y sin supervisión técnica. 

4. Vialidad rural inexistente o intransitable. Como respuestas el gobierno nacional y algunos gobiernos regionales, entre ellos Portuguesa, invirtieron ingentes recursos en maquinarias para mantener y construir vialidad rural. En la mayoría de los casos, no se les dio el mantenimiento preventivo y correctivo adecuado. Una gran falta de querencia por lo público. 

5. Falta de maquinaria agrícola operativa. 

Como respuesta a esta problemática, el gobierno nacional hizo convenio con China y con Irán y se importaron tractores. ¿Cuántos? No sabemos. Se dice que muchos terminaron en Colombia. Muchos fueron deshuesado, posteriormente arrumados y finalmente vendidos como chatarras. 

Un error cometido con las fincas y empresas agrícolas expropiadas (Art. 115 CRBV) y confiscadas (Art.116 CRBV) en la mayoría de los casos, fue su manejo ineficiente y poco transparente. Los ejemplos abundan. En el caso de ´proyectos agropecuarios entre Cuba y Venezuela como avícola, porcinos, arroz y leguminosas del Alba; así como los centrales azucareros y las plantas para producir etanol, uno tiene que preguntarse ¿Por qué todos esos proyectos se vinieron a menos? ¿Qué pasó con el proyecto para incrementar la producción de leche con novillas F1 importadas desde Argentina, Uruguay y Nicaragua? 

¿Qué pasó con el Centro Florentino de mejoramiento genético de bovinos? ¿Qué pasó con el ambicioso proyecto de soya en Anzoátegui? ¿Qué pasó con el proyecto Argentina- Venezuela para el ensamblaje de tractores en Guárico? Un proyecto similar se firmó con Irán y también para ensamblar vehículos. Vimos muchos vehículos Venirán y también supimos de unos cuantos inmorales haciendo negocios para engordar sus cuentas personales. Podemos llenar varias páginas preguntando por valiosos proyectos agropecuarios que se quedaron en el camino porque cayeron en muy malas manos. Ahora todo se soluciona con Alianzas Estratégicas, como eufemísticamente han dado por llamar a las privatizaciones post- Chávez ¿Será que los responsables son capaces de usar la consigna ¡ LEALES SIEMPRE. TRAIDORES NUNCA¡ Por todo esto y mucho más…¡¡ ES URGENTE RECTIFICAR !! 

Guanare, 23 de octubre de 2019.

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