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Abordar el tema de provocar incendios en carreteras «Los incendios forestales pueden empezar en la mente»

Oscar H. González Ortiz

vías públicas requiere atención, comprensión y enfoque integral que considere la salud mental, prevención y las consecuencias para la comunidad. En estas fechas, ante la proximidad de la Semana Mayor, es el momento indicado para promover conciencia referente al tema.

Tras los orígenes
La motivación para originar incendios en carreteras o vías públicas puede surgir de problemas emocionales, mentales o situaciones de conflicto interno. Algunas personas pueden recurrir a estos actos como forma de llamar la atención, expresar frustración o intentar sentir control sobre alguna situación que les abruma. Comprender el origen de estas conductas es complejo y variado.

Considerar el acto de provocar incendios como enfermedad orienta a pensar sobre la salud mental de quienes lo llevan a cabo. 

En algunos casos, las personas que incurren en este tipo de comportamiento están atravesando por estados emocionales delicados o padeciendo trastornos mentales que requieren atención especializada. Esto hace inevitable preguntarse: ¿Es importante desterrar el estigma asociado a estas enfermedades mentales?  ¿Se requiere tratar a estas personas?
Para ayudar a una persona que muestra tendencias a causar incendios, es esencial el acceso a recursos profesionales de salud mental. 

La intervención temprana y el apoyo terapéutico pueden ser importantes para abordar las causas subyacentes de este comportamiento. Hay que ofrecer alternativas saludables para canalizar las emociones y enfrentar desafíos internos de estas personas. Tenemos que crear conciencia sobre las consecuencias devastadoras que los incendios pueden tener en la salud pública. 

Hábitos dañinos

Actualmente, es común observar la quema indiscriminada de conucos, serranías y bordes de carreteras en diferentes áreas, lo que representa una seria amenaza para el medio ambiente y la salud pública. Y algunos hábitos resultan perjudiciales, por lo que en lugar de insistir en la quema del sector para sembrar, es fundamental que cambiemos los procesos orientados al corte, ya que de esta manera podríamos evitar una serie de problemas respiratorios y reducir la propagación de enfermedades como el asma o alergias, lo cual tendría un impacto significativo en la salud de la población. 

Resulta preocupante que algunas instituciones u organismos encargados de controlar estos hechos, parecen carecer de herramientas necesarias o basamentos legales adecuados para ejercer las acciones correspondientes. Esta falta de capacidad regulatoria pone en riesgo la salud de la población, lo cual lleva a cuestionar quién tiene la responsabilidad primordial de colaborar en la protección del medio ambiente y en el fomento de una mejor salud para todos.

Es evidente que se requiere mayor articulación entre entidades oficiales, organizaciones no gubernamentales y la sociedad en general, para enfrentar este problema de manera integral. La promoción de prácticas agrícolas adecuadas, el fortalecimiento de mecanismos de control, como el empoderamiento de las comunidades locales, para participar activamente en la protección del entorno son aspectos que debemos considerar para lograr cambios significativos.

Los incendios a los bordes de las carreteras son preocupación creciente, pues pueden  afectar la salud de las personas y el medio ambiente, aunque pareciera que estos incendios pasan inadvertidos, a pesar de representar un peligro latente para la comunidad. Quienes transitan por las carreteras se ven expuestos al humo, efectos nocivos del fuego, pérdida de la flora, extinción de la fauna, y es especialmente perjudicial para aquellos que sufren de problemas respiratorios o asma.

Las autoridades locales, los organismos de Protección Civil y las entidades encargadas del mantenimiento de las carreteras tienen que trabajar en conjunto para prevenir y controlar los incendios a lo largo de las vías. Es necesario concienciar a la población sobre la importancia de prevenir este tipo de incidentes, reportando cualquier actividad sospechosa que pueda desembocar en un incendio.

Hay que alertar, teniendo prestos para la acción, suficientes centros de salud equipados para atender a las personas que resulten afectadas por la inhalación del humo o sufran consecuencias directas de estos incendios. La coordinación entre los servicios de emergencia y centros médicos es indispensable para garantizar respuestas efectivas ante posibles emergencias derivadas de esta situación.

Es hora de comenzar a crear conciencia para evitar incendios, educación y  divulgación de campañas informativas que destaquen las graves consecuencias de los incendios, en términos de pérdida de vidas humanas como en el impacto ambiental y económico. Es esencial para despertar la responsabilidad individual o colectiva en la prevención, destacando la importancia de seguir normas de seguridad, no realizar actividades de riesgo en zonas propensas a incendios y reportar situaciones sospechosas.

En el despertar de este cambio de actitud, requerimos incluir: el cuidado de los ecosistemas forestales, conservación, reforestación, limpieza de áreas vulnerables; políticas públicas que regulen el uso del fuego en actividades agrícolas, ganaderas y forestales; de igual modo, la implementación de programas comunitarios enfocados en la prevención y respuesta ante incendios son formas efectivas de crear conciencia.

Estos programas pueden incluir capacitación en primeros auxilios, técnicas de extinción de incendios, planes de evacuación que permitan a las comunidades estar preparadas para enfrentar situaciones de emergencia minimizando daños.

Eduquemos en atención al uso responsable del fuego, prácticas seguras al encender fogatas, utilización de equipos eléctricos al aire libre, manipular materiales inflamables. Marquemos diferencias en la prevención o reducción del riesgo de incendios. 

La concientización en la prevención de incendios es esencial para orientar cambios positivos en las comunidades, la articulación entre instituciones, empresas privadas y  sociedad es impostergable para despertar iniciativas destinadas a la prevención de incendios. Trabajemos en programas integrales de sensibilización hasta la implementación efectiva de medidas preventivas.

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