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Este domingo, el emisario privado de Juan Guaidó en los Estados Unidos, Carlos Vecchio, se hizo eco a través de su cuenta Twitter de una información publicada por el diario suizo Le Matin Dimanche (replicada por Bloomberg), donde se da por confirmado que las autoridades helvéticas detectaron varias cuentas bancarias con dinero supuestamente «malversado ​​en Venezuela» por el orden de los 10 mil millones de dólares.

La noticia fue replicada por el medio neoyorquino Bloomberg y difundida por Vecchio, en un intento por agregarle componentes de verosimilitud y credibilidad a una información que tiene rasgos de operación de propaganda para recrudecer los ataques contra el Gobierno venezolano y en específico contra el presidente Nicolás Maduro.

Vecchio empleó una línea discursiva dirigida a desestimar los graves efectos económicos y sociales de las sanciones aplicadas por EE.UU., que en las últimas semanas han puesto a prueba su capacidad destructiva al bloquear los fondos y canales de pago destinados a la compra de vacunas contra el covid-19 por parte del Estado venezolano. Para ello, el heraldo de Guaidó apeló al manido concepto de la «corrupción de Maduro», utilizando el mismo juego semántico que, tras varios años de operaciones de prensa en esa dirección, han tratado de imponer dicho relato como un «consenso» (fabricado) de la opinión pública.

Así, Vecchio volvió a tener sus 5 minutos de fama en las redes sociales. Sin embargo, la noticia, tan general y escasa de comprobación y pruebas que es fácilmente asimilable por un sector del antichavismo al reforzar sus creencias particulares, se inscribe en un panorama marcado por la disputa sobre la gestión de los activos venezolanos en el extranjero.

La información difundida y comentada por Vecchio ocurrió tan solo horas después de la decisión del juez de la corte de Delaware, Leonard Stark, de darle continuidad a la venta de Citgo para cumplir un reclamo de la empresa Crystallex, a la espera de que una modificación de las licencias del Departamento del Tesoro autorice finalmente el desvalijamiento de la filial venezolana. El caso ha representando una catástrofe política para la figura de Guaidó y el sector político que lo acompaña, pues ha quedado desmantelada su narrativa de la «protección de los activos venezolanos». La endeble defensa jurídica de Citgo por parte del abogado José Ignacio Hernández, nombrado procurador fake por Guaidó y quien ha trabajado en la defensa legal de las empresas que buscan apropiarse del activo venezolano, ha sido la causa principal del panorama actual.

En tal sentido, la pieza de propaganda desde Suiza ha tenido como objetivo desplazar de la opinión pública la decisión de Stark y, en consecuencia, reducir el impacto mediático de las críticas hacia Guaidó.

Ahora bien, la información difundida sobre el supuesto dinero producto de una maniobra de malversación desde Venezuela se realiza bajo una premisa de sospecha de las autoridades suizas, pues no se ha comprobado del todo el origen de los fondos como tampoco su composición. Pese a que las pruebas son insuficientes y los objetivos de la cacería poco claros (más allá de su evidente acento político), los medios venezolanos han difundido la noticia como si se tratase de un caso cerrado.

Sin embargo, hay grandes posibilidades de que la investigación de los fiscales suizos se enmarque en la agresiva competencia por capturar recursos venezolanos en el extranjero por parte de figuras centrales del proyecto Guaidó, una trama que también involucraría a Estados Unidos, pero en específico al mismo Vecchio y José Ignacio Hernández.

Así lo ha planteado un experto financiero consultado por el cuerpo editorial de esta tribuna. Según su visión, el caso al que se refiere Vecchio «es mentira (…) Creo que él se refiere al caso del Pdvsa US Litigation Trust. El mismo caso en el que él consignó (firmado por él sin tener capacidad de representación) un desestimiento en Miami por instrucciones de Ramos Allup».

Además, «(José Ignacio) Hernández era también abogado de los mafiosos y participó en su defensa. Han tratado de entrar en el caso en Suiza y les negaron la participación. En EEUU los están ayudando porque gran parte de las empresas son americanas o tienen vínculos en EEUU».

A su vez, el experto indicó que Vecchio «no da detalles (…) Particularmente Vecchio participa de todos los guisos. Ése era su conflicto con Hernández. Recuerda que cuando Hernández se inhibe en el caso Crystallex lo hace enviándole una carta a Vecchio, que no tiene ninguna competencia en materia judicial». Asegura que «Lo hace porque le da molestia que Vecchio meta la mano en el negocio que él llevaba. Ambos son mascotas de las petroleras, pero de equipos distintos».

De esta forma, la cacería de los activos venezolanos estimulada por EEUU tendría un correlato de disputa interna entre figuras del proyecto Guaidó, ya que, tanto Vecchio como Hernández, se han movilizado para capturar porciones importantes del patrimonio del país en alineación con los intereses de las petroleras interesadas en cobrarse facturas pendientes.

En tal sentido, el experto formuló lo siguiente sobre el origen y la composición de los fondos investigados: «Si no es eso, él especula sobre dinero detectado por investigadores en Suiza. Pero eso es dinero que circuló, seguramente. Allí pudieras encontrar plata perdida, robada, pero también operaciones ordinarias de Venezuela o entidades venezolanas, incluso privados. La del Trust, no es una plata. Es una expectativa sobre una eventual demanda. Lo que pasa es que se hicieron unos congelamientos por casi 90 millones de dólares».

Visto desde la información compartida con esta tribuna, declarar como «producto de la corrupción de Maduro» el dinero depositado en cuentas bancarias de Suiza tendría como propósito presionar para que los emisarios del proyecto Guaidó tengan acceso a esos fondos, bajo la premisa de que los estarían protegiendo de Maduro.

Es viable pensar que Vecchio se ha adelantado con velocidad para ganar ventaja sobre un José Ignacio Hernández, que, si bien no ya no goza del cargo ficticio de procurador, tiene suficiente información como para comprometer los movimientos de Vecchio sobre el dinero venezolano en Suiza, con la ayuda de EE.UU. y aprovechando el relato «anticorrupción» que ha justificado el desvalijamiento del patrimonio de la nación fronteras afuera.

Misión Verdad

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