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PEDRO CAMEJO

EL HOMBRE QUE SE INMORTALIZO EN LA MEMORIA DE UN PUEBLO

POR: LCDA MARLIN VILLALOBOS

HISTORIADORA 

marlynyeseniavillalobo@mail.com

         Entre los numerosos generales y grandes personajes de la historia de la independencia, con sus grandes adornos y apellidos, de Pedro Camejo, conocido popularmente como Negro Primero; puedo afirmar con absoluta responsabilidad que humildemente ha dado la cara ante la historia por la masa  de un pueblo que batallo con su cuerpo y su sangre aquellas luchas. 

La exaltación  de la figura del Negro Primero puede ser un homenaje restringido  de la oligarquía  nacional al pueblo que echo a España de Venezuela para que ella reine. Puede ser un compromiso simbólico en que se le   reconoce una mínima parte de  un pueblo.  Pero Pedro Camejo es todavía poco como símbolo de un pueblo que recupera la memoria de su multitudinario protagonismo.

       Se presume que el Negro primero nació en San Juan de Payara,  estado Apure, hacia el año 1790. Desde su nacimiento fue esclavo y llevo una vida humilde y de explotación. Su vida se caracterizó por los trabajos forzados en la hacienda del  rico y gran  hacendado de nombre  Vicente Alonzo, Primero y único propietario. Hijo de esclavos negros procedente de Guadalupe (Isla Francesa situada en las Antillas, mar caribe). Don Alonzo, temeroso del Carácter rebelde y revoltoso de Pedro Camejo, lo envió a unirse al servicio de las tropas realistas  comandadas por el Asturiano  José Tomas Boves  obligado por las circunstancias a luchar en contra del ejercito patriótica  permaneciendo  hasta  la muerte de este  en la batalla de Úrica, el 5 de diciembre de 1814, tras lo cual deserto y regreso a Apure.

      Conoció al General  José Antonio Páez  en 1816  y se integra como voluntario  en el Ejercito Libertador tomando parte en las batallas  de Mata de la Miel, Yagual, Achaguas y Banco Largo, convirtiéndose en un hombre libre  gracias  al decreto  de Bolívar  que redime de la esclavitud a los combatientes patriotas.

       Por su bravura, de corpulento físico, manejo de lanza y destreza en el combate,  características inefables del Negro Primero,  Páez, Teniente de Caballería y sus compañeros de armas le dieron el título de Negro Primero Porqué  siempre formaba la primera fila  de ataque en el campo de batalla, aunque una leyenda cuenta  que su apodo  proviene  de su propio expresión o principio: “Delante de mí solamente la cabeza de mi caballo”. 

      En la edición número 3 de la revista histórica Memorias de Venezuela, la cual expresa, que el Negro Primero, ya con el grado de Teniente, perteneció al batallón de los Bravos de Apure, unidad conformada principalmente por llaneros de gran coraje y denuedo. Participo en la acción de las Queseras del Medio  en 1819, cuando una pequeña fuerza  de 150 llaneros y lanceros al mando de Páez, realizaron una acción extraordinaria, logrando recibir como honor  la “Orden de los Libertadores”.

       Pero el Negro primero pasaría  a la inmortalidad durante la acción de Carabobo, en 1821. En medio del difícil acceso  de la vanguardia de caballería  a la llanura, bajo fuego nutrido del enemigo, Páez vio venir en repliegue al Negro Primero, el cual le expreso: “Mi  general, vengo a  decirle adiós porque estoy muerto”.

       Es importante destacar, que el mismo Simón Bolívar se habría lamentado de su muerte, según lo atestigua Páez. “El día de la Batalla, a los primeros tiros, cayó herido mortalmente, y tal noticia produjo después un profundo dolor en todo el ejército. Bolívar cuando lo supo, la considero  como una desgracia  y se lamentaba que  no le hubiese sido  dado presentar  en Caracas  aquel hombre que llamaba sin igual  en la sencillez, y sobre todo, admirable  en el estilo  peculiar, en que expresaba  sus ideas”       


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